Por: Francia Elena Pretelt
Desde sus inicios, el Festival Nacional del Porro pretendió crear en el colectivo de los Pelayeros una razón de orgullo e identidad y que mejor forma, cuando un grupo de personas por allá en el año 1977, entre las que se encontraba William Fortich, Victor "Kico" Maussa Galvan, Edgardo Hernández Y Vladimiro Angulo, entre otros, deciden hacer un festival que realzara al músico pelayero, con motivo del bicentenario de la creación del Municipio de San Pelayo, además querían que la población volviera a vivir ese porro pelayero de antaño, como así lo vivieron sus antepasados con las bandas de la Ribana, La Bajera, La Central, La Arriera. Las cuales se reunían en la plaza principal y empezaban las piquerias y competencias entre unas y otras bandas.
Entre conversaciones y pensamientos, logra constituirse el Primer Festival del Porro Pelayero.
Entre conversaciones y pensamientos, logra constituirse el Primer Festival del Porro Pelayero.
Esa visión que aquellas personas tuvieron en ese entonces, fue el gran salto para que a través del festival del porro, San Pelayo saliera del anonimato y poco a poco fuera reconocido como la Capital Mundial del Porro y Cuna del Porro Pelayero o Palitiao.
Es paradójico, cuando corrían los años 70, las personas de San Pelayo se avergonzaban y burlaban de sus políticos y administradores a quienes censuraban por su ineptitud y deshonestidad, responsabilizándolos del olvido y atraso de San Pelayo, como bien comenta el historiador y escritor William Fortich Diaz.
Hoy dia, San Pelayo es reconocido como epicentro musical y cultural del pais. Seria una mentira afirmar que nuestro municipio es desconocido; más allá de los limites de nuestro Departamento, gracias al Porro se ha traspasado fronteras, debido a que a través de los distintos festivales han pasado Bandas, músicos, agrupaciones dancísticas provenientes del centro e interior del país, y también del exterior, como la llegada los franceses.
Seria una falacia decir que no nos visitan en esta pagina web desde otros paises, cuando ya hemos alcanzado miles de visitas y muchas de ellas de paises como Inglaterra, Suiza, USA; Canada, Argentina, Mexico, Peru, Italia, etc.
Pero lo que si parece no cambiar es ese ostracismo administrativo y politico; pues hace casi cuatro décadas, una de las motivaciones de ese grupo de jóvenes de ese entonces, era hacer algo por San Pelayo para rescatarlo de ese letargo y estancamiento. Si bien, hoy día gracias a la genial idea de estas personas y del despliegue del Festival Nacional del Porro a través de los años, nuestro municipio es reconocido; a las distintas Administraciones Municipales no le ha interesado mucho, el llevarnos a un Siglo XXI con toda la infraestructura y potencialidad que podríamos tener para destacar a nuestro Festival.
La cultura juega un papel importante en el desarrollo de un territorio, San Pelayo no fue ni es inmutable a esta realidad. Pero parece ser que "la dialéctica de la cosificación" predomina mucho más aquí.
El Festival Nacional del Porro fue creado con motivos altruistas, el festival pudo rescatar antiguas piezas musicales, buscando en la memoria de los viejos músicos, para llevarlas a las bandas. Como fue el caso del porro Catalina y de la puya El sapo, de autores desconocidos, grabados por la banda de Laguneta.
El Festival Nacional del Porro fue creado con motivos altruistas, el festival pudo rescatar antiguas piezas musicales, buscando en la memoria de los viejos músicos, para llevarlas a las bandas. Como fue el caso del porro Catalina y de la puya El sapo, de autores desconocidos, grabados por la banda de Laguneta.
El Festival Nacional del Porro le fortaleció la Identidad Cultural al Municipio y al Departamento de Córdoba.
Por eso aprovecho el espacio para exigir que se le de el reconocimiento y se dignifique a nuestra cultura; ya que por ética ineludible hay que resaltar el mérito de sus fundadores para la preservación y rescate del porro pelayero, pero más allá, dignificar al músico de banda, ese que es la razón de ser de tan amado festival.
Y hablo de la "dialéctica de la cosificación" porque si bien es cierto todo lo que he descrito a cerca de sus fundadores, existen "grupos de personas" que quieren dominar y prevalecer, cosificando a nuestro Festival como objeto personal y no como una forma de expresión e identidad cultural de todo un pueblo.
Preocupa el enfoque que se le pueda dar a nuestro Festival Nacional del Porro y desviarlo de su razón de ser inicial: rescatar el Porro Pelayero tradicional y mantenerlo como patrimonio cultural del municipio; afianzar en las juventudes e infancia el amor por nuestras raíces culturales.
Preocupa que el Municipio no tenga una Política Publica Cultural a mediano y largo plazo.
Preocupa que una idea que nació del corazón de un grupo de personas dolientes de su Municipio, se desvirtué de su razón de ser.
Preocupa, que el Festival se ha convertido en una fiesta más para muchos, y que las nuevas generaciones prefieren escuchar y bailar música comercial, que vibrar ante un porro autóctono de la Región.
Es por esto que de manera coyuntural necesitamos que a nuestras expresiones culturales se les de un tinte de creatividad invitando a personas, grupos y sociedades para que reconstruyamos entre todos los procesos culturales que son la fortaleza de nuestro Municipio, entendiendo que debemos anteponer nuestra Identidad Cultural a los intereses particulares que se puedan generar.
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