Por Francia Elena Pretelt
Mucho se ha dicho y escrito sobre Pablo José Florez Camargo, mejor conocido como Pablito Florez. "El Rey del Porro", "El Juglar del Sinu".
Nacido en la tierra del casabe: Cienaga de Oro, Cordoba; por allá en el año 1926.
Su guitarra fiel amiga siempre le acompañaba al igual que su sombrero vueltiao, el cual usaba siempre a medio lado.
Su aporte a la música Colombiana fue invaluable. Considero que en el mismo Departamento de Córdoba no se alcanza a vislumbrar lo que la tierra lorana fecundó: un maestro de maestros. Compositor innato y multifacetico.
Su partida el 14 de diciembre de 2011 conmocionó a la sociedad, a músicos y seguidores del artista, pese a que venia padeciendo quebrantos de salud.
El porro lo llora. Cienaga de Oro lo llora.
El porro lo llora. Cienaga de Oro lo llora.
Y es lógico preguntarse ¿quién continuará con su legado?
Están partiendo los grandes juglares de nuestra música, hecho que debe invitarnos a tomar decisiones en materia de semilleros culturales: de danza, composición, canto, e interpretación; para que nuestra identidad cultura prevalezca ante el asecho de la globalización y ojalá las nuevas generaciones puedan deleitarse con las grandes composiciones de Pablito.
Que su legado perdure por siempre.
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