San Pelayo, sus calles sus pueblos

En nuestra región Caribe, en especial la que comprende una parte del antiguo Bolivar Grande como son los departamentos actuales de Bolivar, Sucre y Cordoba, las viviendas tradicionales se caracterizan por ser hechas sus paredes con bahareque y sus techos con palma.
Aunque en la actualidad estas casas han sido reemplazadas por casas "de material", es decir, construidas con bloques de cemento y techo de eternit o zinc.
San Pelayo no es distinto en esto al resto de pueblos del caribe colombiano.

Este municipio cuenta con servicios publicos basicos: Agua, Luz , Gas Natural y Telefonia.
La señal de celular es amplia para los 3 operadores nacionales: Tigo, Clarol y Movistar.

Sus principales Barrios son:
Paraiso, Cacagual, Cristo Rey, El Pepo, Centro, Año Nuevo, El Campano, Las Vegas, La Fe, Nuevo Milenio, San Antero, San Martin, urbanización Maria Varilla, entre otros.


Se destaca entre sus Corregimientos la población de Carillo, pueblo emergente y en crecimiento, que tiene una extensión de 2.223,5 hectáreas de los cuales 120.5 hectáreas corresponden a la zona urbana, siendo casi que un barrio aledaño del casco urbano de San Pelayo, por su cercania con el Centro, en automóvil se encuentra a solo 5 minutos de distancia. Cuenta con dos vias pavimentadas que los comunican: La Troncal y "La Calle de atras". El transporte entre Carrillo y San Pelayo se hace en Colectivos, Bus, Mototaxis y en cicla.

El Festival Nacional del Porro Que Visionamos

Por Francia Elena Pretelt


Repensar en un Festival Nacional del Porro en San Pelayo, que gestione recursos y proyectos a mediano y largo plazo para  promover e incentivar nuevas composiciones en el formato de ese porro tradicional y majestuoso que permitía la participación de todos los músicos a la hora de crear una melodía, y el cual era inspirado en las cosas sencillas de la naturaleza,  ese porro melódico y cadente que hizo de San Pelayo un referente nacional como escuela y taller musical para inspirar y enseñar a centenares de agrupaciones musicales y de músicos del país. Entendiendo que la cultura es dinámica y que la música lo es aún más, pero buscando cuidar el legado del porro pelayero y a la vez asumiendo retos de abrazar el porro en todas sus interpretaciones: con bandas de viento, con hojita, en orquesta y con guitarra. Esta es la cultura del caribe colombiano que queremos mostrar en nuestro país y fuera de él. Esa es la cultura musical que requiere ser dignificada en nuestro Festival Nacional del Porro y que traspase a todos los pueblos. Volver a darle al porro la magnificencia que tuvo en otros años.

Un festival que a través de sus grandes aliados puedan becar a estudiantes para que perfeccionen su arte musical y que promueva en los directores de bandas de viento el interés y los recursos para crear los  semilleros de músicos.

Apoyar a la danza como ese mecanismo con que cuenta una sociedad para promover valores como el respeto, la puntualidad, la solidaridad, compañerismo y amor a su terruño. 

Esa es la visión que proponemos en el  Festival Nacional del Porro en San Pelayo.
Que cada habitante vuelva a sentirse orgulloso de tener en su familia un músico que promueva nuestro folclor. Que cada familia donde exista un músico que interpreta o compone porros, no se sienta desamparado en lo que respecta a su futuro, sino que ser músico sea una garantía de acceder a becas y convocatorias, a ser promocionados en el ámbito musical. Eso es lo que nuestra historia le debe a los músicos de bandas de viento; porque son ellos, los que más duro les ha tocado para poder escalar y posicionarse en el medio, comparados con otras agrupaciones como las orquestas que interpretan porro.

En este sentido, estamos en deuda y hay que visionar en un mediano plazo un gestionar de la cultura en San Pelayo y el Departamento de Córdoba con este enfoque. Sin desestimar el legado y trabajo de décadas anteriores que hoy hacen de San Pelayo el referente  que es en el Porro y por ello es llamada la capital mundial del Porro. 
Ahora, hay que mirar también, hacia los nuevos talentos, esos que hacen que el porro abrace ritmos e instrumentos que le dan la dinamización que exige estos nuevos tiempos. Estos nuevos talentos podrían contar con un espacio en todo este proyecto y en los escenarios del Festival Nacional del Porro en San Pelayo.